El término «kiosko», originado en el francés «kiosque», que a su vez proviene del turco «köşk», este último derivado del persa «košk» y a su vez del pelvi «kōšk» que significa ‘pabellón’, ha adquirido diferentes significados en distintas culturas. Estos significados se centran en dos acepciones principales, ambas relacionadas con la idea de estructuras pequeñas y limitadas en espacio, pero difieren en su diseño y función.
El kiosko (1) se caracteriza por estar rodeado por una serie de muros articulados que actúan como soporte para la exhibición de mercancía. Por otro lado, el kiosko (2) no cuenta con un cerramiento perimetral, sino que se define más por cambios en su altura y, a menudo, por la presencia de una cubierta.
Debido a estas diferencias, las interacciones con el kiosko (1) generalmente tienen lugar alrededor de la estructura, mientras que el kiosko (2) aloja actividades en su interior.
Así como un kiosko (1) en una banqueta se adaptaría a la paleta de materiales del mobiliario urbano colindante y un kiosko (2) en una explanda acompasaría su volumetría y proporciones con la arquitectura que lo rodea, un kiosko (x) ubicado dentro de un jardín tendría que integrarse armónicamente a éste y hablar el mismo lenguaje a través de su materialidad. Considerando las coincidencias entre las necesidades programáticas del Pabellón Kiosko y las tipologías descritas, Kkiioosskkoo parte de conciliar la naturaleza de los kioskos (1) y (2) en un proyecto de paisaje que se incorpora y responda al jardín de Alumnos47.
La fundación Alumnos47 se encuentra en la colonia San Miguel Chapultpec, a unos metros de la bulliciosa Avenida Constituyentes. Al cruzar la puerta del predio que la contiene, una casa de época aparece en el medio. Ésta funciona como vía para llegar a Kkiioosskkoo, ya sea ladeándola o cruzándola. La ruta a través de la casa deja contemplar las intervenciones de los artistas Alan Sierra (MX), Ana Navas (Ecuador – Venezuela), Carmen Huízar (MX), Luiso Ponce (Guatemala), Manuela García (Colombia), Paloma Contreras Lomas (MX) y Rodrigo Hernández (MX). Al culminar en el extremo dorsal de la construcción, aparece sutilmente entre vegetación que lo enmarca y refugiado del caos urbano, Kkiioosskkoo.
Los límites de Kkiioosskkoo dentro del jardín son confusos e irreconocibles. Su piel sigue la plasticidad del suelo del terreno, es una prolongación del mismo, y se eleva gradualmente rematando en una cuesta de escala apabullante. En lugar de interrumpir el espacio verde, este talud lo reorganiza al habilitar con su mismo material una quinta fachada cuya geometría invita a sentarse, reclinarse y a interactuar con otras personas y en la cual se genera una isóptica que facilita desde lo contemplativo hasta lo lúdico.
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La plataforma está sostenida por una estructura que duplica el espacio habitable al contener un jardín interno que a la vez es una suerte de caverna liviana y permeable. Conformadas por materiales y prefabricados que se usan comúnmente en jardines y parques públicos, cada una de las columnas perimetrales sostiene paneles de malla ciclónica giratorios que permiten un sinnúmero de modulaciones dentro, sobre y fuera de los bordes de Kkiioosskkoo, dándole así flexibilidad programática. Éstos además funcionan como soporte para exhibir material (publicaciones, piezas de arte, objetos variados, referencias para presentaciones, entre otros) el cual al ser organizado sobre las superficies, va creando planos sólidos que dan la impresión de estar suspendidos y que yuxtapuestos de distintas formas, muestran la oferta del programa de la fundación.
El volumen <camuflajeado> de kkiioosskkoo utiliza ¼ del ancho y la mitad del largo del espacio del jardín y está alineado con el remate que se tiene al llegar a él. El jardín se vuelve omnipresente: se vive sobre Kkiioosskkoo, bajo Kkiioosskkoo, en Kkioosskkoo y alrededor de Kkioosskkoo. La neutralidad de Kkiioosskkoo permite además que las publicaciones cobren vida en y junto a él a través de actividades variadas. Al operar sus paneles, los usuarios lo convierten en un espacio de exhibición, reunión, presentación o en uno completamente nuevo por lo que ellos se vuelven piezas clave en el diseño y evolución de Kkiioosskkoo.
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Al terminar su ciclo en Alumnos47, Kkiioosskkoo se puede reubicar en otro sitio, con la posibilidad de llevar un registro de su primer emplazamiento –el pasto que lleva en la cubierta– y dejando una huella de su presencia en el jardín. En cada nueva locación y tras portar más elementos, adoptar nuevas extensiones y envestirse de nuevas pieles, se convierte en testimonio de su génesis; como una ruina en constante contingencia.
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La convocatoria para la selección del pabellón fue abierta para arquitectos, artistas y diseñadores emergentes, los cuales experimentaron con nuevas técnicas y estilos. Se recibieron cuarenta y nueve propuestas provenientes de diferentes estados de la República Mexicana y una fuera del país. Tras la deliberación, el jurado integrado por Chus Martínez, Daniel Garza Usabiaga, Tiago Pinto de Calvalho y Fermín Espinosa, otorgó una mención honorífica y seleccionó cinco finalistas dentro de los cuales se eligió un ganador. ‘Kkiioosskko’ comenzó a producirse el 27 de febrero, y su construcción y mantenimiento fueron gestionados y supervisados por los arquitectos ganadores desde su inicio.“Encontramos en las reglas atajos y pistas dentro de un mismo mapa que abrían muchas posibilidades. Utilizamos más del doble de la superficie que se planteaban pero no extrajimos metros del jardín y creemos que así fue como se logró la escala que se necesitaba para detonar el uso y las experiencias que el pabellón merecía. Quizá la misma rampa de menor tamaño no habría dado lugar a las cosas que suceden en este pabellón…”“La inversión que se hizo en este proyecto no se irá a la basura —como es el caso de muchos otros pabellones—, sino que tendrá una segunda publicación en otro lugar. Esta cualidad obedece a una de las responsabilidades arquitectónicas actuales: inversiones a largo plazo…”
Fundación Alumnos47 es una organización que fomenta la generación y el intercambio de conocimientos donde se exploran problemáticas actuales a través del arte contemporáneo en su relación con otras disciplinas para analizar la vida cotidiana.
La sede, ubicada en la colonia San Miguel Chapultepec, es un Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI), un espacio de encuentro y convivencia que facilita el acercamiento incluyente y plural a la cultura y que dispone de un fondo documental especializado en arte contemporáneo, un acervo de libros y una colección de viniles.
Kkiioosskkoo
* Pabellón
+ Adrián Ramírez Siller (coautor), Roberto Michelsen Engell (coautor)
¤ Pabellón Kiosko
¬ Alumnos 47
∞ marzo 2018
Publicado en:
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