En respuesta al concurso realizado por la revista italiana Domus buscando tarjetas con sugerencias ficticias de posibles formas de conectar los continentes europeo y africano a través del Estrecho de Gibraltar, comenzó un análisis pensando si realmente es posible conectar continentes enteros, cuando no hay un plan político, previsión social, ni economía local que una estas dos masas. La arquitectura con una fuerte carga de imaginación y mediante el diseño está obligada a llenar la brecha entre los continentes a través del Estrecho de Gibraltar, paso de donde otros intentos de diálogo (y deliberado aislamiento) han fracasado.

Esta propuesta sugiere que la brecha entre el norte y el sur puede ser atravesada por camuflaje, con naciones enteras difuminadas en una indistinta zona de ruido, pixelación y artificio. El paisaje aquí parece hacer más sentido desde arriba-el único ángulo al que se le da importancia en estos días- ya que los satélites y los pasajeros de gran altura, miran hacia abajo en aparentes estados de desinterés político. Ésta es una masa anónima, sus bordes se encuentran marcados por interferencia, encauzados por vía terrestre e irreconocibles.

Juntas pixeladas

*  Publicación
¬  DOMUS
 julio 2011